19 de julio de 2013

Contar la historia hacia atrás (1)

Alberto Luque

Más de un historiador o filósofo se ha preguntado alguna vez si no se obtendría algún beneficio de ensayar un relato histórico invertido, desde el presente hacia el pasado. No tengo noticia de que tal empresa se haya llevado a cabo, ni fallida ni exitosamente. De entrada, la juzgo imposible. En cambio, sí se ha practicado esa inversión del tiempo narrativo en la fantasía literaria. Propongo examinar no sólo estrictamente qué posibles virtudes lógicas y pedagógicas tendría una historia contada al revés, sino también a qué aspectos filosóficos es obligado atender para que este divertimento intelectual sea algo más que hablar por hablar.