[DE: Raquel Holgado]
Hola a todos, he de dar las gracias a Josep Maria, me acabo de reír con
ganas con el artículo del maestro Monzó y sus frases a veces coloquialísimas y
a veces lapidarísimas. Si os ha gustado aquí tenéis otro en el que vuelve a
derrumbarse ante los inescrutables (en su totalidad) caminos de lo posible,
aquí os lo dejo, espero que os guste.
El
producto del año
Nunca tiro los complementos publicitarios que los
domingos encartan los diarios, sean folletos de viajes a países que nunca
visitaré, enormes desplegables de tiendas de electrodomésticos o catálogos de
grandes almacenes que presentan su colección de ropa de temporada. Al
contrario, los pongo uno encima de otro y los repaso, página por página, con la
misma atención que dedico a los diarios en sí.
El caso es que, junto con los de este último
domingo, me han dado una revista publicitaria, de Schlecker, la cadena de
droguerías y perfumerías. En la portada, una muchacha morena anuncia champú.
Dentro, los anuncios se mezclan con los reportajes de forma hábil y estos
acaban de explicar lo que sugieren aquellos. Sombras de ojos, máscaras de
pestañas, cremas faciales, cómo estar espléndida a partir de los cuarenta,
cremas de día antiedad, consejos para teñirte el pelo en casa… Hay un montón de
anuncios de tintes. Descubro que la Provenza es un mundo de aromas, que esta
primavera se llevan las melenas lisas, suaves y sensuales, y que la arginina es
una de las principales proteínas del pelo. Me entero de que ha aparecido la
primera compresa con perlas activas que eliminan el olor menstrual, que para
una higiene bucal eficaz es imprescindible un correcto cepillado, y que la piel
huele a limpio según el desodorante que utilizas. Y así podría seguir un buen
rato si no fuese que el espacio de esta página es limitado y la sorpresa me la
he llevado en la penúltima página. Es un anuncio: una gran foto de una masa de
agua en la que va sumergiéndose un tubo de papel higiénico: el
tubo que queda cuando se ha acabado el papel. Ese tubo que quitamos del
portarrollos y tiramos al pequeño cubo de basura del baño. Pues resulta que
aquí no. Aquí el tubo está flotando en el agua y la parte que queda dentro va
desintegrándose lentamente. No es un tubo liso y de color cartón, como lo son
habitualmente, sino que lleva impreso un logotipo: AquaTube. El slogan dice:
“Colhogar presenta la revolución en higiénico”. Justo al lado, un sello en el
que pone: “Elegido producto del año. Gran premio a la innovación 2012”.Bajo la
imagen del tubo en el agua, la frase “El primer tubo soluble que se puede tirar
al WC”.
¿Y para qué quiero un tubo de papel higiénico que se
pueda tirar al váter, con lo fácil que es
pulsar el pedal del cubo de basura del baño y tirarlo dentro? El porqué está
justo en la página precedente, en el pequeño reportaje en el que nos explican
que los tubos solubles son la solución para las personas que tiran los tubos
tradicionales al váter. Es decir: hay personas que los tiran dentro, sin que
les pase por la cabeza que eso puede hacer que las tuberías se atasquen. ¿De
verdad existe gente así, que, igual que tira el papel higiénico al váter, tira
también el tubo de cartón? Alucino. ¿Para ellos han tenido que exprimirse el
cerebro un equipo de grandes creativos hasta concebir ese AquaTube que, al ser
soluble, no atasca las tuberías? Con franqueza, con ejemplos como este se hace
evidente que la crisis que sufrimos es aún poca para la mucha que nos
merecemos.
PD. Creo que con el de Viola te ríes mucho más, pero el final de éste es
apoteósico y eso compensa que no te descojones tanto durante todo el artículo.
No me extrañaría que todo el rollo del alioli no fuese más que una campaña de
marketing para una empresa, de alguien, que envasa alioli en Creixell o
alrededores. Igual lo pueden proponer como el producto del año (que viene).
No hay comentarios:
Publicar un comentario