Alexandru Andrei Szekely
A los lectores y colaboradores de este blog, ¡saludos! Vosotros no me conocéis, ya que nunca he llegado a dejar ningún comentario o entrada, pero soy un asiduo lector de este blog que me ha enriquecido verdaderamente mucho, penetrando siempre en el fondo de cuestiones éticamente importantes, el estilo, los sentimientos, la política, etc. No quisiera dejar pasar este momento para agradecéroslo, ya que la dificultad o complejidad de muchas de las cuestiones aquí tratadas me había causado mucha inquietud e incluso tormentos intelectuales hasta que no daba con el comentario oportuno que me abría nuevas vías de comprensión. El aprendizaje es arduo y fatigoso si no se dispone de un maestro, o de una comunidad de ellos, que nos guíen y nos proporcionen las respuestas a aquellas preguntas que van adquiriendo una dimensión más que anecdótica o instrumental, convirtiéndose a veces en auténticos pesares. Quiero agradecer también públicamente a mi profesor Alberto Luque haberme introducido este blog, y la entusiástica generosidad que ha brindado siempre en sus artículos y en conversaciones privadas.
No quiero arrebataros vanamente más tiempo, así que pasaré directamente a aquello que querría exponeros. Vosotros representabais hasta ahora un motivo de íntimo orgullo por vuestra serena actitud ante la situación catalana. Vuestra serenidad se me hizo recurrentemente patente en esos valiosos ejercicios en que separáis la doxa de la episteme, la ideología de la verdad, el espejismo y la ofuscación del hecho probado e indiscutible. Os escribo esto para informaros de una concentración popular organizada en la plaza Sant Jaume en Barcelona, el día 19 de diciembre, la jornada de reflexión antes de la elecciones, por el MCRC (Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constituyente), organización cultural fundada por Antonio García-Trevijano, a quien ya habíais citado hablando del derecho a decidir.